sábado, 12 de noviembre de 2011
Escritura Automática 1
sábado, 5 de noviembre de 2011
F5
¿Cómo comenzar a escribir algo que al final sé que querré borrar? Lo sé porque el propósito central de estas palabras es que mañana todo comience de nuevo, de cero, y ser el único que se entere de aquello. Poder interferir en el momento exacto en que se produce lo cual nos condena, a lo que sea: a la soledad, a la rabia, al hastío, a lo que al final de la jornada impide conciliar el sueño.
Hay noches mas difíciles que otras, todo depende del nivel de culpabilidad que tenga. Normalmente me cuesta perdonarme. Existen segundos, o menos que eso tal vez, en que actuar en ese pequeño instante cambia el sentido que pueda tener un día. Son esos los instantes en los que no actúo, o si lo llego a hacer, no es para bien.
Las épocas de calor son las peores. El malestar personal contrasta con la enorme energía que se encuentra en el ambiente.
La vida debería tener aquel maravilloso botón F5, para poder reiniciarse cada vez que nuestra pagina diaria se atrofie. Decir “esto no está funcionando” y tan solo pulsar la tecla.
F5 para tener la valentía de ser yo y no el personaje que todos quieren que sea. Para no haber dejado nacer al que no soy.
F5 para haber dejado ganar al otro espermatozoide. Bueno que por un lado, fue mi primer triunfo (el más preciado quizás), tal vez prefiero estar aquí que en cualquier otro lugar (no entenderán los marcianos si leen esto, cosas de humano).
El caso de todas estas discordias internas es que el número veintitrés se acerca. Ya veo como ese pato gigante, acompañado de ese tres que dejó a tras a su gemela pareja. Un solo regalo es el que pido: F5. No un avión, a no confundir, es solo la fuerza para renunciar a todas esas cosas que para mi son inútiles, es la disciplina necesaria para hacer todas esas cosas que me llenan de verdad. Es tiempo de comenzar a crecer.
Decía Picasso que le tardó toda una vida en llegar a ser joven, ese es mi objetivo. La edad de un hombre no puede ser un vil número. Hay experiencias, aprendizajes, fracasos y un montón de otras cosas que no se pueden medir de esa forma. Tendré en horas veintitrés años (terrestres), y cumplo y no cumplo con el canon que la sociedad depara para alguien de esa edad. Solo espero que el tiempo que venga pueda renovar conocimientos, dejar atrás lo inútil, y llegar a ser yo, y no vivir la vida de alguien más.
Respecto a la pregunta que hacia al principio, ya no quiero borrar nada. Lo hecho, hecho está. Gracias por los errores y los fracasos. El show debe continuar.
lunes, 17 de octubre de 2011
En el ocaso de los ídolos
martes, 27 de septiembre de 2011
Insentido
sábado, 24 de septiembre de 2011
Smell like shit spirit
domingo, 18 de septiembre de 2011
La parada militar ( o Los Militares, da lo mismo)
viernes, 15 de julio de 2011
Pecado
viernes, 10 de junio de 2011
¿por Qué Escribe Usted?/ Oscar Hahn
Porque el fantasma porque ayer porque hoy:
porque mañana porque sí porque no
Porque el principio porque la bestia porque el fin:
porque la bomba porque el medio porque el jardín
Porque Góngora porque la tierra porque el sol:
porque San Juan porque la luna porque Rimbaud
Porque el claro porque la sangre porque el papel:
porque la carne porque la tinta porque la piel
Porque la noche porque me odio porque la luz:
porque el infierno porque el cielo porque tú
Porque casi porque nada porque la sed
porque el amor porque el grito porque no sé
Porque la muerte porque apenas porque más
porque algún día porque todos porque quizás
jueves, 9 de junio de 2011
El Mundo/ Eduardo Galeano
Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.
martes, 7 de junio de 2011
AL SILENCIO/ Gonzalo Rojas
Oh voz, única voz: todo el hueco del mar,
todo el hueco del mar no bastaría,
todo el hueco del cielo,
toda la cavidad de la hermosura
no bastaría para contenerte,
y aunque el hombre callara y este mundo se hundiera,
oh majestad, tú nunca,
tú nunca cesarías de estar en todas partes,
porque te sobra el tiempo y el ser, única voz,
porque estás y no estás, y casi eres mi Dios,
y casi eres mi padre cuando estoy más oscuro.
lunes, 6 de junio de 2011
Pájaros en los cables
Sus pasos y las ruedas de la bicicleta, en el sonido ambiente de su vuelta a casa, sin novedades nuevamente.
Pájaros saltaban de un árbol a otro, algunos en el suelo caminaban y revoloteaban cuando era necesario, pero sin sus canticos comunes del amanecer.
-Tal vez deberían pararse en los cables-dijo el viejo mientras pasaba con su bicicleta fuera de servicio.
Llegó a su hogar, mas cansado que de costumbre. El perro movía impacientemente la reja de madera, la única de su tipo en toda la cuadra, tal vez en la ciudad. Abrió, el canino intento abalanzarse, pero la correa marcó inmediatamente el limite. Cerró la vieja puerta llena de astillas, dejó la bicicleta a un costado del jardín olvidado cubierto de maleza, y desamarró la correa de Alfa. Se metió a su casa, se tiró en el sofá, se sacó su chaqueta, y dejó al descubierto su uniforme de guardia, trabajo que ejercía en la vieja bodega de la empresa del hijo de un conocido.
Pretendía en instantes calentar el agua, servir su té habitual, saborear el pan y el queso recién comprados, en el televisor ver las mismas noticias de siempre, luego dormir. Un segundo después la arcaica reja emitió un sonido que llama su atención, un relinche típico de las puertas antiguas, acompañado de un posterior golpe. Salió para ver lo que ocurría. Llegó hasta la calle, y divisó, por la esquina de la cuadra, el andar de Alfa.
-¡Perro de mierda!
Lo siguió, el animal apuró el paso, él también. Lo apuró aun mas, él intentó hacer lo mismo. Cuando el correr del canino era insuperable, el hombre daba pasos, lentos, con más esfuerzo que de costumbre, con la boca seca, y el pecho a punto de desprenderse de su cuerpo.
-¡Perro de mierda, perro de mierda, perro de mierda!
Alfa dobló en la esquina, y la perdió de vista por un instante, hasta que el hombre lo volvió a ver: Estaba montado en una labradora, con la lengua afuera e indiferente a todos los llamados de su amo.
-¡Quiltro asqueroso, sal de mi marianita!- dijo una señora con delantal de cocina que salió de una de las casas, con uslero en mano, dispuesta a usarlo si era necesario.
-Oiga señora, déjelos, tal vez no tienen nada que ver con nosotros.
-Claro, es usted quien no tiene después que estar limpiando la caca de los cachorros.
-Pero soy el que tiene que aguantar su música de viejas todas las mañanas.
-Cállese viejo desubicado.
-Cállese usted señora.
-Insolente, voy a llamar a carabineros si continúa.
-llame usted a quien quiera.
-¡vecina!-comenzó a gritar la vieja-¡vecina ayúdeme!
-Ya cállese, me voy, total mi amigo ya hizo lo suyo.
El perro se despegó, y con la lengua afuera, moviendo la cola, emprendió el camino de regreso alrededor de su amo, entre los últimos alaridos de la señora cascarrabias.
Llegaron a casa, esta vez el hombre cerró bien la cerca, con cadena y candado, luego hizo todo lo que tenia pronosticado hacer.
Despertó con las rancheras a un volumen más fuerte de lo habitual, pero le daba lo mismo, el triunfo ya tenía su nombre grabado. Se preparó para salir, le dio comida a su amigo, y partió rumbo a doce horas de paseo entre cajas y estacionamientos.
Esta vez el viaje lo hizo a pie, desde arriba llegaba una música que relajó lo oídos del viejo: desde los cables, los pájaros levantaban su cabeza e inflaban el pecho para interpretar la armonía. El hombre sonrió, al parecer siguieron su consejo.
martes, 5 de abril de 2011
Mouseland-Reflexione ud. mismo
Fábula política difundida por Tommy Douglas, prominente activista y político, elegido en 2004 como "El canadiense más grande de todos los tiempos".
miércoles, 30 de marzo de 2011
sábado, 26 de marzo de 2011
Renuncia
Frenó, no sin dificultad por lo mojado del pavimento, justo en medio del puente. El sudor se enfrió rápidamente y se confundió con la lluvia que ya desde hace un rato lo tenia empapado. No se alcanzó a dar cuenta lo rápido que pasaron por su costado los arboles del bosque mientras corría, pero ya había llegado donde pretendía, aunque no sabia donde llegaría.
Su cuerpo comenzaba a relajarse, el frio no le importaba. Estuvo unos momentos con sus manos sobre sus rodillas flectadas, respirando los últimos instantes bajo su pecho que de a poco dejaba la agitación. Se apoyó en la baranda, miró hacia abajo: el rio avanzaba raudo, saltado o esquivando las pequeñas rocas. Pequeños globos de espuma blanca nacían y morían de esos accidentes. Miró más al frente y se encontró con un espectáculo que lo asombró aun más: el largo del rio en todo su esplendor, visto hasta perder en el horizonte, o mejor dicho, entre los arboles que lo bordeaban y se juntaban allá lejos. Pero lo que mas le llamo la atención, fue la lluvia que se hizo más fuerte y envolvía hasta casi desaparecer el paisaje. Las gotas se lanzaban casi sin enterarse desde lo alto, como renunciando así mismas, y formando parte de ese gran rio, que a la vez desembocaría en un estado mayor.
¿Y si yo fuera una gota? Dijo.
viernes, 25 de marzo de 2011
Poema gris del tiempo perdido
El tiempo gira lento
Como un cubo de plomo
Que se ancla en el barro
Para hacerse insoportable
Las mesas y sus cortes
Con el corrector que miente
Escribe verdades plásticas
Bajo cuadernos en blanco
Mientras armo en mi cabeza
Veranos para escaparme
Como una reproductora
De verdades incuestionables
Eso es y así debe ser
Sin preguntas iras mas lejos
La curiosidad solo es
Para los futuros gatos muertos
Repetir una y otra vez
Verdades sobre tu nombre
No se que mierda es un himno
Pero cantarlo y rendir honores
Tan feo es este poema
Porque nace de los salones
Donde se fueron los doce
Juegos como cual viento
Ahí solo aprendí a decir
Elogios a la memoria
A competir tan fuerte
Que casi mate a mi sombra
Tome por verdad innata
El ladrido del subdesarrollo
Mientras el profesor en clase
Actuaba riendo a todo
Cuando acabó la mentira
Corrí a buscar mi alma
La vi casi en los huesos
Debajo de un puente estaba
Tardé un par de meses
En todo el convencimiento
Rogando una y otra vez
Que mi alma volviera al cuerpo
jueves, 17 de marzo de 2011
Indomable
Tengo la certeza que nadie conoce este lugar. Entre arboles que aun gotean por el paso de la lluvia, que sin duda pronto volverá. La calle esta en mal estado, pero que importa, si soy el único que pasa por aquí quizás hasta en cien años. Cuando me encuentren se que me habrán dejado de buscar, solo seré el antiguo alimento de algún ave, o de los insectos. Se que nadie me encontrara. Estoy dispuesto a llegar al fin de este camino, que oscurece, en medio de bosques de inimaginable envergadura y belleza. Y comienzan las gotas nuevamente. Y acelero aun más. Las luces de mi auto crean pequeños arco iris con la lluvia. Me duelen los ojos cuando miro al espejo retrovisor, y me veo. El sur, el fin del mundo. Espero llegar a la punta de Chile, y hare saltar mi auto hasta la Antártida. Si no puedo, lo usare como submarino en el estrecho de Magallanes. Cantare con las ballenas. Eso podre hacer. Mi cuerpo jamás debe ser hallado. Arruine mi vida, debo ser útil y servir de alimento a los peces. Podría unirme a una causa humanitaria, pero me verán. Jamás debí golpearla. Estoy rojo. No de furia. Estoy rojo de vergüenza. Me da miedo cambiar. Espero tener el combustible suficiente para desaparecer. Ya van muchas horas. Me costo llegar a ella. La ame demasiado. Ahora me odia. Los celos. Le hare un regalo y dejare de existir. Ella debe olvidarme. Le hare un regalo y desapareceré. Y pereceré también. No quiero ser otro. Había que seguir una sola línea en la vida. No puedo cambiar. Viví con violencia y moriré en eso. No puedo cambiar. Estoy tremendamente jodido. Iba a ser padre. No debí maltratarla. Que mi hijo viva con la ilusión de un buen hombre, no de un hijo de puta. Lo abandonare y no le jodere la vida. ¿Eso es amor? ¿Dejar de joder al otro? En estos momentos si, eso es. No le puedo pedir perdón, arruine su rostro. Ahora quien sabe si podrá volver a mirar por su ojo derecho. Prefiero desaparecer. Pensaba ser un buen padre. Un buen marido. Aun queda algo de luz. El camino es solo tierra. Más bien pasto. Una playa abandonada. No hay arena sino tierra y pasto. El mar olvidado del sur. Ni donde comer ni donde dormir. Esto es lo mejor que pudo pasar. Me bañare eternamente. Cantare con las ballenas y dejare que me coman. Moriré castigándome. Hijo mío no te dejo nada, espero que no odies. Espero que puedas cambiar todo esto, yo, el indomable hombre que olía a alcohol, no puedo cambiar. No puedo domarme a mi mismo. Soy demasiado genial y violento para seguir viviendo. Las gotas parecen alfileres tirados por los arcos de los ángeles. Clavan y duelen mucho. Esto es lo que merezco. Adiós zapatos y calcetines. Pantalones y calzoncillos. Clávense agujas en mi cuerpo desnudo. Adiós chaleco café oscuro, que cargaba mi perfume. Adiós camisa. Entrego mi pecho descubierto a las nubes furiosas. Dime cuando correr. Háblame cielo iracundo. (Truenos y relámpagos). Oí tu voz desde halla arriba. Correré al mar. No congela. Esto quema. Encontré al infierno en el mar. Respiro a saltos. Hasta nunca.
martes, 1 de marzo de 2011
Bofetada Educadísima De Brasil Al Mundo
La Conciencia sigue despertándose:
DECLARACIONES DE CHICO BUARQUE MINISTRO DE EDUCACIÓN DE BRASIL.
Durante un debate en una universidad de Estados Unidos, le preguntaron al ex gobernador del Distrito Federal y actual Ministro de Educación de Brasil, CRISTOVÃO CHICO BUARQUE, qué pensaba sobre la internacionalización de la Amazonia. Un estadounidense en las Naciones Unidas introdujo su pregunta, diciendo que esperaba la respuesta de un humanista y no de un brasileño.
Ésta fue la respuesta del Sr. Cristóvão Buarque:
Realmente, como brasileño, sólo hablaría en contra de la internacionalización de la Amazonia. Por más que nuestros gobiernos no cuiden debidamente ese patrimonio, él es nuestro.
Como humanista, sintiendo el riesgo de la degradación ambiental que sufre la Amazonia, puedo imaginar su internacionalización, como también de todo lo demás, que es de suma importancia para la humanidad.
Si la Amazonia, desde una ética humanista, debe ser internacionalizada, internacionalicemos también las reservas de petróleo del mundo entero.
El petróleo es tan importante para el bienestar de la humanidad como la Amazonia para nuestro futuro. A pesar de eso, los dueños de las reservas creen tener el derecho de aumentar o disminuir la extracción de petróleo y subir o no su precio.
De la misma forma, el capital financiero de los países ricos debería ser internacionalizado. Si la Amazonia es una reserva para todos los seres humanos, no se debería quemar solamente por la voluntad de un dueño o de un país. Quemar la Amazonia es tan grave como el desempleo provocado por las decisiones arbitrarias de los especuladores globales.
No podemos permitir que las reservas financieras sirvan para quemar países enteros en la voluptuosidad de la especulación.
También, antes que la Amazonia, me gustaría ver la internacionalización de los grandes museos del mundo. El Louvre no debe pertenecer solo a Francia. Cada museo del mundo es el guardián de las piezas más bellas producidas por el genio humano. No se puede dejar que ese patrimonio cultural, como es el patrimonio natural amazónico, sea manipulado y destruido por el sólo placer de un propietario o de un país.
No hace mucho tiempo, un millonario japonés decidió enterrar, junto con él, un cuadro de un gran maestro. Por el contrario, ese cuadro tendría que haber sido internacionalizado.
Durante este encuentro, las Naciones Unidas están realizando el Foro Del Milenio, pero algunos presidentes de países tuvieron dificultades para participar, debido a situaciones desagradables surgidas en la frontera de los EE.UU. Por eso, creo que Nueva York, como sede de las Naciones Unidas, debe ser internacionalizada. Por lo menos Manhatan debería pertenecer a toda la humanidad. De la misma forma que París, Venecia, Roma, Londres, Río de Janeiro, Brasilia… cada ciudad, con su belleza específica, su historia del mundo, debería pertenecer al mundo entero.
Si EEUU quiere internacionalizar la Amazonia, para no correr el riesgo de dejarla en manos de los brasileños, internacionalicemos todos los arsenales nucleares. Basta pensar que ellos ya demostraron que son capaces de usar esas armas, provocando una destrucción miles de veces mayor que las lamentables quemas realizadas en los bosques de Brasil.
En sus discursos, los actuales candidatos a la presidencia de los Estados Unidos han defendido la idea de internacionalizar las reservas forestales del mundo a cambio de la deuda.
Comencemos usando esa deuda para garantizar que cada niño del mundo tenga la posibilidad de comer y de ir a la escuela. Internacionalicemos a los niños, tratándolos a todos ellos sin importar el país donde nacieron, como patrimonio que merecen los cuidados del mundo entero. Mucho más de lo que se merece la Amazonia. Cuando los dirigentes traten a los niños pobres del mundo como Patrimonio de la Humanidad, no permitirán que trabajen cuando deberían estudiar; que mueran cuando deberían vivir.
Como humanista, acepto defender la internacionalización del mundo; pero, mientras el mundo me trate como brasileño, lucharé para que la Amazonia, sea nuestra. ¡Solamente
nuestra!
NOTA: Este artículo fue publicado en el NEW YORK TIMES, WASHINGTON POST, USA TODAY y en los diarios de mayor tirada de EUROPA y JAPÓN. Pero en BRASIL y el resto de Latinoamérica, este artículo no fue publicado. Ayúdenos a divulgarlo.
Gracias
Fuente:http://planocreativo.wordpress.com/2011/02/28/bofetada-educadisima-de-brasil-al-mundo/
domingo, 27 de febrero de 2011
Noches despierto-Historia real(o histeria)
Siete personas lo afirmaban en la camilla. El se resistía a ser desintoxicado. Mandaba golpes por doquier, los esfuerzos de la contra, que con todo su fuerza trataban de mantenerlo quieto, se hacían insuficientes.
De vez en cuando levantaba la cabeza y escupía. De vez en cuando se le devolvían los golpes. De vez en cuando insultaba, sin mirar a quien, a todos los que lo rodeaban.
-por culpa tuya mi hermano está muerto- se enderezó y le dijo a su tío que le afirmaba las piernas. Golpe muy sensible para este, que dejo caer un par de lágrimas, pero sin dejar de afirmarlo.
-no le haga caso, no sabe ni lo que esta diciendo- esbozó un guardia que colaboraba en esa habitación, en la que se encontraban paramédicos y familiares, sin tener certeza de que si lo dicho por el era cierto o no.
Así continuó el forcejeo, entre el cual le inyectaban calmantes (por lo que dijo un enfermero, le había inyectado una dosis para dormir a un caballo, pero no le hacia efecto), su madre le tapaba la boca con una servilleta para que no siguiera escupiendo, y todos estaban a punto de darse por vencidos, cansados ya de tantos minutos en lucha contra alguien que a simple vista no representaba el peligro que en ese momento demostraba.
En un momento, sinceramente no recuerdo como, todo llegó a la calma. Minutos después tuve la oportunidad de conversar con su tío (el mismo que le afirmaba los pies), que esperaba dándose pequeñas vueltas (¿alguna resolución medica? ¿Traslado a la posta central? ¿Que despertara y todos felices a casa?, no se muy bien, pero estaba ahí). Me contó la historia del como llegó aquel joven a ese momento, tan cansador para todos, una función que para quien llegó a la mitad de la obra como yo resultó impactante. No tengo el orden literal de lo que me dijo, pero si la idea central de la historia:
-tiene depresión. Combina los antidepresivos con drogas. Con cocaína o alcohol. Y explota. Reconoce a todo el mundo. Pero no respeta a nadie. Le mataron a su hermano, que era como su mejor amigo. Ve pasar todos los días a los asesinos. Se burlan en su cara.
MCR
sábado, 12 de febrero de 2011
Después de llover
Gabriel no estaba en condiciones de responder a ningún estimulo. Se sentía un poco alejado, y eso de alcohol, y una que otra droga, a veces lo hacían perderse. Pero ya estaba pasando, se disipaban los efectos.
Su novia se había perdido entre la veintena de jóvenes vestidos de negro que deambulaban por la casa oscura, en medio de la música que ensordecía. Caminó por el pasillo, y al final encontró la puerta del baño entreabierta. Golpeó sin encontrar respuesta alguna, o quizás si, pero todo ese ruido no dejaba pasar señal desde adentro. Abrió y la encontró. Estaba arrodillada ante el inodoro. El afirmó su pelo mientras vomitaba. Estuvieron ahí más del tiempo necesario, él con su mano en la cabeza de ella, y esta agotada mirando a la nada. Helena puso su cabeza contra el hombro de Gabriel, este la abrazo tiernamente, acaricio su espalda, y le dijo que estuviera tranquila, pero no con palabras.
Salieron da la casa, que no sabían de quien era. Caminaban por la calle, entre las posas de agua que había dejado la lluvia, entre el frio romántico que le entregaba el invierno. Abrazados avanzaban, directo a la casa de Helena.
Sin palabras.
Se divertían pateando las pequeñas lagunas que invadían de vez en cuando al frio pavimento, o movían los arboles que se cruzaban en su camino, para revivir la lluvia que se perdieron.
Estaba la puerta de la casa frente a ellos, se miraron, se despidieron con un beso en la cara. Helena abrió un poco la puerta, pero miró atrás y atrapo a Gabriel por la espalda. No lo quería soltar. Repitieron la despedida, esta vez lo dejo ir.
Gabriel siguió el camino devuelta recién transitado, no es que viviera por ahí, muy por el contrario, sino que volvía al lugar donde continuaba la fiesta.
Entró un poco mas suelto, quizás mas aliviado. Se dirigió con seguridad a una mujer que le daba la espalda. La abrazó. Esta se dio vuelta y se besaron. Tomada de la cintura la llevo a una habitación donde no había nadie más que ellos.
MCR
viernes, 28 de enero de 2011
los aullidos muertos
Aullaban los perros en la fría noche santiaguina, dándole un toque salvaje que nunca ha tenido. Eran casi las seis de la madrugada y me dirigía al paradero vacio de esa hora. Mientras las calles solitarias solo daban la sensación de pueblo fantasma, Un viejo encapuchado pasaba tirando una carreta a más no poder, seguramente se dirigía a la feria que a esa hora ya se instalaba en cercanías del lugar.
Al pasar frente a mi se detuvo, se quitó la capucha y me di cuenta que no era tan viejo, mas bien tenia mi edad, veintidós años aproximados. Sonreía de una manera irónica, quizás por ver tan espantada mi reacción. La sensación era horrible, pasaron por mi mente todas las películas de terror de las que solía reírme por su lejanía a la realidad. De la carreta salía un hedor insoportable, no quería ni imaginar lo que podía traer bajo todos esos sacos. De repente el tipo, con una mirada cada vez más intimidante, estira la mano y me pasa un revolver.
-mátame
La idea de deshacerme de el era quizás mas escalofriante que el hecho de tener cerca a este tipo sin saber que hacer, nunca he matado a nadie, y menos lo haría contra una persona que no conozco.
-no seas estúpido, no dudes un segundo, soy lo que todos desearon que hayas sido. Todos querían verte fracasar y decir en el fondo de su idiotez “tenia razón, este chico terminaría siendo un imbécil”
Era nada más ni nada menos que el yo proyectado a una imagen futurista, la realización de la idea de los ladridos de aquellos perros que solo nacieron para ser espectadores de la vida, y hablar. No digo que no lo pensé, pero decidí no matarlo, más bien para escribir su historia algún día. No encontré nada de malo el terminar recogiendo estiércol, basura, trabajar en la feria o lo que sea a lo que se dedicaba aquel tipo, o yo. Alguien debía hacerlo, y fuera quien fuera había que respetar lo que hacia, y dignificarlo.
Se perdió en la niebla del amanecer, al fondo de la calle. Subí a la micro, con dos o tres pasajeros que a esa hora supuestamente iban a trabajar, con una cara que era mejor no mirar. A lo mejor el mapa de sus vidas fue dibujado por los ladridos de algún perro, lo que es yo, seguiré fracasando hasta agotar stock.
miércoles, 26 de enero de 2011
Sincronicidad Y Leonardo Da Vinci
martes, 25 de enero de 2011
Celebración del coraje /2-Eduardo Galeano en "El libro de los abrazos"
lunes, 24 de enero de 2011
Celebración de la voz humana /1- Eduardo Galeano en "El libro de los abrazos"
jueves, 20 de enero de 2011
And I love her
Despierto en el Santiago del año tres mil, si es que aun existe. Con las pista de acero, y sus autos deslizándose sobre ella.
En la otra vereda un café de hace mas de mil años, en tono de sepia. Entro.
Suena ” and I love her “de The Beatles. Mi traje metálico cambia, no se en que momento, y ya soy un hombre de época, con sombrero.
La diviso, desinteresada como siempre, con un cigarro fino, como nunca. Tiene ese mismo tono en sus ojos, que llevaba desde el principio, desde aquella atrayente manzana, o en mi soledad de las cruzadas, en la guerrilla aquella contra el imperio, o cuando nuevas vidas nos acechaban.
Estaba ella, y el mundo, en tono de sepia.
Me acerco a su mesa, se que me esperaba, aunque sus ojos miren todo el universo, se que yo estoy en el. Dos copas y una mujer en la mesa, hace mil años, esperando, con su carnada infernal, de tono verde, por sobre la sepia. Vuelvo a tomar su veneno, cierro los ojos y caigo en su muerte.
Manuel Castillo Rojas
El día de mi muerte
Cansado en la cama del hospital, rodeado de familiares con sus deseos aun más cansadores (que no contentos con todo el escándalo de sus aullidos infernales, traen un cura para que pida perdón), Me preparo para afrontar mi final.
La fecha de caducidad llegara en un par de horas, o menos a lo mejor.
Estoy exhausto, si, pero hay un dejo de alegría en mi interior. El pasado no me importa en este momento, y el futuro me quita la presión de su existencia. Que felicidad más grande.
Cuando mis ojos se cierran y me siento libre, escucho un sonido seco, como el de una tabla cayendo contra el piso: es dios cerrando su paleta de director de cine, y por la puerta de la habitación entran todas las personas que conocí en mi vida.
Todo es una broma, me dicen.
por Manuel Castillo Rojas (yo)
lunes, 17 de enero de 2011
"Hormigas Asesinas"
Santiago se rinde. Da paso al ruido de los pasos desolados de unos pocos sobrevivientes. La ciudad en blanco y negro, y una vida que trata de seguir su curso normal entre los pocos habitantes que aun quedan, ocultos y temerosos ante antes los diminutos seres, que desde épocas ancestrales fueran pisoteados desprolijamente: las hormigas.
La ciudad vuelve a su estado más puro: el vacío. Y por más que los pies den todo lo que tienen para intentar algún escape de la realidad, no hay lugar donde ir.
Hormigas Asesinas from Cinépata on Vimeo.
DIRECTOR Alberto Fuguet
CON Benjamín Vicuña, Cristina Peñailillo y Julio Fuentes
DURACIÓN 20 min.
PAÍS Chile, 2004.