domingo, 28 de marzo de 2010

Un Cantar Discordante


Disfrutando de la última gota de inocencia

El mundo abre los brazos, cierra los ojos y ríe

Cayendo en la trampa de un paraíso prometido

La luz de las apariencias cegó a todos los ilusos

Convirtió a los soñadores

Derrumbo a los caminantes


Una parte de mi sacó unos sables

En guerra contra la maleza de esta selva

Sin fuerza su cansancio lo persuade

Mostrándole un espejo sin su rostro


La voz de los cantares se hace unísona

Pierde su afinación y es atrayente

Razona en una forma discordante

Pero la percepción ya esta perdida


Las huellas no parecen importantes

La arena sigue lisa y me recuerda

A la parte de mí que busca algo

En la era de los monjes y certezas


Manuel Castillo Rojas