¿Cómo comenzar a escribir algo que al final sé que querré borrar? Lo sé porque el propósito central de estas palabras es que mañana todo comience de nuevo, de cero, y ser el único que se entere de aquello. Poder interferir en el momento exacto en que se produce lo cual nos condena, a lo que sea: a la soledad, a la rabia, al hastío, a lo que al final de la jornada impide conciliar el sueño.
Hay noches mas difíciles que otras, todo depende del nivel de culpabilidad que tenga. Normalmente me cuesta perdonarme. Existen segundos, o menos que eso tal vez, en que actuar en ese pequeño instante cambia el sentido que pueda tener un día. Son esos los instantes en los que no actúo, o si lo llego a hacer, no es para bien.
Las épocas de calor son las peores. El malestar personal contrasta con la enorme energía que se encuentra en el ambiente.
La vida debería tener aquel maravilloso botón F5, para poder reiniciarse cada vez que nuestra pagina diaria se atrofie. Decir “esto no está funcionando” y tan solo pulsar la tecla.
F5 para tener la valentía de ser yo y no el personaje que todos quieren que sea. Para no haber dejado nacer al que no soy.
F5 para haber dejado ganar al otro espermatozoide. Bueno que por un lado, fue mi primer triunfo (el más preciado quizás), tal vez prefiero estar aquí que en cualquier otro lugar (no entenderán los marcianos si leen esto, cosas de humano).
El caso de todas estas discordias internas es que el número veintitrés se acerca. Ya veo como ese pato gigante, acompañado de ese tres que dejó a tras a su gemela pareja. Un solo regalo es el que pido: F5. No un avión, a no confundir, es solo la fuerza para renunciar a todas esas cosas que para mi son inútiles, es la disciplina necesaria para hacer todas esas cosas que me llenan de verdad. Es tiempo de comenzar a crecer.
Decía Picasso que le tardó toda una vida en llegar a ser joven, ese es mi objetivo. La edad de un hombre no puede ser un vil número. Hay experiencias, aprendizajes, fracasos y un montón de otras cosas que no se pueden medir de esa forma. Tendré en horas veintitrés años (terrestres), y cumplo y no cumplo con el canon que la sociedad depara para alguien de esa edad. Solo espero que el tiempo que venga pueda renovar conocimientos, dejar atrás lo inútil, y llegar a ser yo, y no vivir la vida de alguien más.
Respecto a la pregunta que hacia al principio, ya no quiero borrar nada. Lo hecho, hecho está. Gracias por los errores y los fracasos. El show debe continuar.
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